Por: Jorge Sosa
Ser argentino es
ser carnívoro, ningún pueblo en el mundo come más vacas que nosotros.
Ser
argentino es ser charlatán; nos gusta contar las cosas que nos pasan y mucho
más las que les pasan a otros.
Ser argentino es desempeñar, ad honorem, el
cargo de director técnico del seleccionado nacional.
Ser argentino es saber
atar las cosas con alambre y, antes, conseguir, donde no hay, el alambre para
atar las cosas.
Ser argentino es
opinar de todo, sobre todo de fútbol, política y mujeres (Las mujeres, de
niños, hombres y hombres).
Ser argentino es darle importancia de comunicador al
mate, al argentino le hace dúo la bombilla.
Ser argentino es salir a la calle
con la celeste y blanca cuando hay un gran triunfo en el fútbol. Hace tiempo
que esta costumbre no se reitera.
Ser argentino es vivir en el poto del mundo,
pero sentirnos cómodos con sus calzoncillos.
Ser argentino es
insultar contra nuestro auto y envidiar el auto del vecino.
Ser argentino es hablar de sexo mucho más de lo que el sexo se practica.
Ser argentino es hablar de sexo mucho más de lo que el sexo se practica.
Ser argentino es soñar
con irse a otro país a llorar el hecho de estar lejos de Argentina.
Ser
argentino es insultar constantemente a aquellos funcionarios que nosotros mismos
hemos votado.
Ser argentino es hacer un chiste de todos, inclusive chistes sobre
la forma de ser de los argentinos.
Ser argentinos es
emocionarse con el Himno Nacional pero aún así cantarlo casi en silencio.
Ser
argentino es soportar las crisis que nos azotan, es vivir aguantando la
inflación nuestra de todos los días.
Ser argentino es saber mentir con
convicción, por eso el truco es entre nosotros el juego más frecuentado.
Ser
argentino es vestirse con hilachitas de ese tango que es patrimonio de la
humanidad.
Ser argentino es
creer en el país, a pesar de que las ollas estén vacías.
Ser argentino es
suicidarse por amor a una justicia que a veces pone el revólver.
Ser argentino
es tener las puertas abiertas a todos los hombres que quieran habitar el suelo
argentino.
Ser argentino es ser familiero, la familia es una forma de sentir la
Patria.
Ser argentino es saber decir un piropo de amor: "¿Sabés qué es lo
más bonito de mis ojos? El reflejo de los tuyos".
Ser argentino es
sentir que para hacer los amigos se eligen los mejores trozos de libertad.
Ser
argentino es saber dibujar aquel cabildo primero aunque no nos salgan bien los
paraguas. Ser argentino es extrañar al país aún antes de habernos ido.
Ser
argentino es tener el cielo por bandera.
Ser argentino es ser dueño de todos
los paisajes.
Ser argentino es ser un viento enamorado de zamba.
Ser argentino
es la manera más sur de sentir la esperanza.
Ser argentino es sentirse
orgullosos de ser argentinos.
¡Felicitaciones, argentinos, por ser argentinos!
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